22 de septiembre de 2011

MORTIMER. where dragons guard the doors (1968) Singing on the sunshine (1968) Mortimer´s theme (1968) Ç

Cuando escuché por primera vez “Where the dragons guard the doors” de Mortimer, me di cuenta al instante de que me encontraba ante algo realmente especial. Tenía ante mi una de esas canciones con alma propia, que sólo aparecen en nuestra vida en contadas ocasiones, y que cuando lo hacen, bendito sea, es para quedarse para siempre con nosotros y ayudarnos a ser un poquito más felices. Este increíble y poco conocido grupo que hoy os quiero presentar, llamado Mortimer, estaba formado por tres muchachos neoyorquinos, todos grandes vocalistas procedentes de dos anteriores formaciones llamadas “Teddy Bears” y “Pinnochio & Puppets”.
Mortimer grabó en 1968 el que sería su único
álbum homónimo que fue producido por la Philips records, un disco con excelentes canciones entre las que destaco en primer lugar y como ya dije al principio, una muy especial, “Where the dragons guard the doors”, una sorprendente pieza que abre el álbum, donde sobresalen las excelentes y angelicales voces de estos tres chicos, acompañadas por suaves y nostálgicas guitarras, el tema nos transporta a un mundode espíritu lisérgico y psicodélico. Esta canción está bajo mi punto de vista a la misma altura de temas como “Beacause” o “Sun King” de Los Beatles, y en todo caso sólo la calidad de la producción las diferencia. Otro de los temas que me han gustado mucho de esta caja de sorpresas que es este álbum en general, es por poner un ejemplo, “Singing to the sunshine”, de nuevo con esas preciosas voces, esta vez con un ritmo más Swing. He querido incluir también en este post el corte “Mortimer´s Theme” un bonito, sencillo y pegadizo tema instrumental que vale la pena conocer. Estamos ante otro desconocido trabajo que aunque parezca increíble pasó en su momento por la historia sin pena ni gloria. Otra de esas preciosas joyas felizmente rescatadas del olvido para el deleite de nuestros sentidos. Guy Masson: Voz, guitarra y percusión Tom Smith: Voz y guitarra. Tony Van Benschoten: Voz y guitarra.

Where dragons guard the doors

6 de septiembre de 2011

JEFFERSON AIRPLANE. Lather, 1968.


En esta ocasión no voy a sorprender a nadie sacando un grupo raro y desconocido del interior de mi chistera. Los Jefferson Airplane son de sobra conocidos para muchos de vosotros, apreciados seguidores de este blog, por lo que intentaré ser breve y ahorraré en presentaciones.

  Jefferson Airplane es una de las míticas bandas pioneras de la llamada Escena de San Francisco de mediados de los sesenta, movimiento psicodélico musical y cultural, caracterizado entre otras muchas cosas por el consumo con fines espirituales y creativos del ácido lisérgico o la LSD, y también de otras drogas como la potente Mescalina o la menos peligrosa Marihuana. El éxito de esta formación comenzó con la llegada al grupo de la cantante Grace Slick, una guapa ex modelo que venía con la cabeza llena de brillantes ideas y cuya adorable voz resultó ser esencial para el éxito comercial de los Jefferson Airplane. El tema “Lather” que quiero presentar es uno de mis favoritos, y abre el que sería el cuarto álbum de esta grandiosa banda, el disco titulado “Crown of creation” , lanzado en el año 1968, un álbum excelente en su conjunto, aunque con un diseño de portada algo catastrófico muy poco acertado para mi gusto, con ese hongo nuclear del que surge una imagen de los Jefferson distorsionada. “Lather” fue compuesta por Grace Slick en un momento de máxima inspiración artística, y según algunas fuentes que he consultado fue con motivo
del treinta cumpleaños del batería del grupo, el genial Spencer Dryden que por aquel entonces era su compañero sentimental. La letra de esta alucinante canción que Grace regala a nuestros sentidos de forma desbordante y generosa, nos habla de una manera muy surrealista y enigmática sobre la preocupación que Spencer tenía de hacerse mayor, de perder la inocencia de la infancia y de ver alejarse irremediablemente la primera juventud. Una letra complicada de entender y de traducir con cierto sentido, muy característica de los grupos de la Escena de San Francisco. Lather es en definitiva una bella pieza psico folk, llena de mágicos efectos especiales, una de esas valiosas gemas que nos regala el tiempo, y que se disfrutan mejor cuando uno viaja sin moverse del sillón, sin abrir los ojos, y si es posible bajo los efectos de algún suave estimulante que despierte nuestros escondidos y sedientos sentidos. Vosotros ya me entendéis, amigos. -Marty Balin- vocals, Rhythm guitar. -Grace Slikc- vocals, piano, organ. -Paul Kantner- Rythm guitar, vocals. -Jorma Kaukonen- Lead guitar. -Spencer Dryden- Drums, piano, stell balls, vocals. -Jack  Casady- bass, co. percussion.



   

 LATHER Lather was thirty years old today, They took away all of his toys. His mother sent newspaper clippings to him, About his old friends who'd stopped being boys. There was Harwitz E. Green, just turned thirty-three, His leather chair waits at the bank. And Sergeant Dow Jones, twenty-seven years old, Commanding his very own tank. But Lather still finds it a nice thing to do, To lie about nude in the sand, Drawing pictures of mountains that look like bumps, And thrashing the air with his hands. But wait, oh Lather's productive you know, He produces the finest of sounds, Putting drumsticks on either side of his nose, Snorting the best licks in town, But that's all over... Lather was thirty years old today, And Lather came foam from his tongue. He looked at me eyes wide and plainly said, Is it true that I'm no longer young? And the children call him famous, what the old men call insane, And sometimes he's so nameless, That he hardly knows which game to play... Which words to say... And I should have told him, "No, you're not old." And I should have let him go on...smiling...baby-wide. www.jeffersonairplane.com/the-band/grace-slick/ .

Para complementar este artículo, he pensado que sería interesante hacer un breve resumen de la historia del descubrimiento del ácido lisérgico o LSD, dada la influencia que esta potente droga alucinógena tuvo sobre la cultura en general y especialmente la musical, a partir de la mitad de los años sesenta. Albert Hofmann (11 de Enero de 1906 – 29 de Abril de 2008) fue un químico e intelectual suizo nacido en la ciudad de Basilea. Descubrió la estructura de la quitina, pero es más conocido por haber sintetizado por primera vez en 1938 la LSD, mientras estudiaba los alcaloides producidos por el cornezuelo de centeno. Años más tarde en 1943, mientras purificaba y cristalizaba la LSD una serie de sensaciones extrañas le interrumpieron. Había absorbido una pequeña cantidad a través de la punta de sus dedos, y describía las consecuencias por medio del informe que envió en aquel momento al profesor Stoll: 

Viernes 16 de abril, 1943, me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde y dirigirme a casa, encontrándome afectado por una notable inquietud, combinada con cierto mareo. En casa me tumbé y me hundí en una condición de intoxicación no-desagradable, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado parecido al del sueño, con los ojos cerrados (encontraba la luz del día desagradablemente deslumbrante), percibí un flujo ininterrumpido de dibujos fantásticos, formas extraordinarias con intensos despliegues caleidoscópicos. Esta condición se desvaneció dos horas después. Años después Albert Hofmann diría en una de sus ya célebres frases: “Opino que en la evolución humana nunca ha sido tan necesario tener una sustancia como la LSD. Simplemente es una herramienta que nos convierte en lo que se supone que tenemos que ser”.